El primer año de tu guagua está repleto de momentos inolvidables, momentos que te dejarán recuerdos para toda la vida. A medida que tu hijo vaya creciendo vas a ir viendo como conquista diferentes hitos. Mes a mes aprenderá algo nuevo y eso te dará la pauta de que cada momento es único y especial.
En líneas generales entre los ocho y los doce meses, tu guagua va a obtener cada vez más movilidad y sus avances serán grandiosos. Estos pasos hacia adelante no solo generan emoción sino también todo un reto para los padres que los deben acompañar de manera adecuada.
A medida que tu hijo comience a tener mayor movilidad experimentará la sensación de independencia, poder y control sobre sus actos. Las primeras reacciones serán de asombro total. A partir de ese quiebre entrará en un curva ascendente de conocimientos que lo formará como persona.
Los padres tienen que estar preparados para afrontar cada momento que su guagua comienza a experimentar. No solo se trata de sacar fotos, grabar videos o hacer vivos en redes sociales. También deben estar atentos a cada movimiento para facilitar el aprendizaje y estimular el desarrollo de las habilidades de su hijo. No basta con ser simples espectadores, la presencia activa podrá definir el qué, cómo y cuándo de cada paso.
Otro de los mandamientos principales para los padres en este primer año es no intentar que el niño se salte etapas. En la emoción y la dinámica de comparar con otros chicos, muchas veces se pierde el foco de cada momento particular.
Aunque parezca trillado, lo más importante es disfrutar de uno de los regalos más grandes que te puede dar la vida: ver crecer a tu hijo. Esta tarea requiere de templanza, manejarse sin apuros, tener consciencia de cada hito que se alcanza y derrochar ganas de seguir estimulando para que el aprendizaje sea constante.
A continuación conocerás lo que tienes que esperar de tu guagua mes a mes durante el primer año. Es importante recordar que cada bebé posee un ritmo particular para desarrollarse y que dentro de la llamada “normalidad” existe un amplio rango de plazos.
Primer mes
En la bienvenida al mundo habrá que alimentarse mucho. Las primeras semanas de tu guagua repetirán las mismas escenas: dormir y hacer caca. Además, durante este período podrá reconocer tu voz y se comunicará mediante el llanto para llamar la atención. De forma paulatina comenzará a enfocar los objetos. En este primer mes los identificará a unos 20 o 30 centímetros de distancia.
Segundo mes
Durante este mes tu guagua será capaz de desarrollar un control corporal limitado. Podrá levantar la cabeza a 45 grados. Este será el tiempo en el que comienza a mostrar su sonrisa y las pequeñas gesticulaciones también la llevará a los ojos.
Por otro lado, también se podrá chupar las manos o los pies, el seguimiento de los objetos se intensifica y ya comienza a reconocer el rostro de sus padres. El puntapié para comenzar a reconocer los sonidos, las texturas y colores también forman parte de los hitos de este mes.
Tercer mes
Ya con tres meses de vida tu guagua ganará mucho en fuerza y esto se manifestará principalmente en la parte superior de su cuerpo. Durante este tiempo va a poder mantener la cabeza erguida y también adquiere la habilidad de juntar las manos. El balbuceo y las risas son otras actividades predilectas de este mes en el que comienza a imitar a sus padres.
Cuarto mes
A partir de este mes los pasos que comienza a dar son agigantados. Tu guagua empezará a darse vuelta, una clara señal que va a en camino a aprender a gatear y sentarse. Manipular a los objetos y analizarlos comienza a ser parte de su rutina y esto va acompañado con un claro avance en su visión.
Quinto mes
Durante este mes es probable que tu bebé se lleve todo a la boca y es por eso que hay que estar muy atento. Para evitar cualquier problema es necesario asegurarse de que esté rodeado de juguetes y objetos seguros. También puede empezar a rodar y comenzar a reconocer su nombre.
Sexto mes
Para el sexto mes el niño comienza a transitar la recta final hacia el gateo. A esta altura ya podrá sentarse con ayuda y posiblemente pueda arrastrarse. Además, ya podrá agarrar objetos y tirarlos con una motricidad que mejorará con el paso de los meses.
Séptimo mes
Para el séptimo mes tu guagua puede que esté aprendiendo a gatear o ya domine este movimiento. Para estimular el gateo se recomienda poner objetos que le interesan fuera de su alcance, lo que lo obligará a trasladarse para alcanzarlo. Como va ganando fuerza, en este tiempo es posible sostenerlo parado y que apoye todo su peso en las piernas.
Octavo mes
En el octavo mes tu bebé se comienza a convertir en un verdadero “terremoto” que agarra todo lo que está a su paso. En este tiempo hay que extremar los cuidados y mantener objetos peligrosos fuera de su alcance. También comienza a almacenar recuerdos y entonces reconoce y sabe cómo utilizar los objetos con los que tiene contacto a diario.
Noveno mes
En este mes es posible que tu bebé ya pueda pararse sin ayuda. Prepara todo para comenzar a caminar. La motricidad de agarre se desarrolla y ya comienza a tomar los objetos con el pulgar y el índice. Estos hitos los combinará con una imitación más certera de los sonidos y acciones que realizan sus padres.
Décimo mes
Siempre basándose en reglas generales, para este tiempo tu bebé estará en condiciones de dar sus primeros pasos. La tarea fundamental aquí será acompañarlo con cuidado y resguardarlo de las reiteradas caídas que sufrirá. En lo que refiere a su desarrollo cognitivo, una guagua de 10 meses ya comprende que los objetos siguen existiendo aunque no estén al alcance de su vista. Este es un cambio trascendental que fomentará muchas otras actividades.
Undécimo mes
A los once meses tu hijo se pone el traje de “paseador profesional”. Agarrado de muebles o de la mano de un mayor, se va de excursión a todos los rincones de la casa y lo hace con mucho placer. Todo es descubrimiento, risas y aprendizaje..
¡Feliz cumpleaños!
Llegó el momento de cantar el feliz cumpleaños. Tu guagua culminará su primer año de vida diciendo sus primeras palabras al tiempo que seguirá desarrollando a toda velocidad su motricidad fina y gruesa.
Mi guagua no hace eso…
Lo primero que hay que tener en claro para monitorear la actividad de tu hijo durante el primer año y los que vendrán es que cada niño se desarrolla a su propio modo. Si bien existen grandes lineamientos y coincidencias de actividad en determinados tiempos, la realidad es que es imposible definir taxativamente el paso a paso en el crecimiento.
De esta manera no habrá posibilidades de trazar con antelación un cronograma detallado con las habilidades que irá adquiriendo. Es por eso que no se recomienda comparar los hitos propios con los de otro niño porque los caminos para alcanzarlos pueden ser muy diferentes.
No hay que alarmarse, exigir de más ni entrar en pánico porque la guagua no aprende determinada destreza. Mientras algunos desarrollan la motricidad fina mucho más ágilmente que otros, están los casos en los que se dan grandes pasos hacia adelante en lo que refiere a lo cognitivo.
Para transformar la impaciencia en algo positivo, los padres pueden intensificar la estimulación llegado el año con herramientas didácticas que favorezcan el desarrollo cognitivo del niño.
Los libros con muchas imágenes y colores son aliados imprescindibles para esta época. Así mismo los rompecabezas. Si bien es cierto que no tendrán la capacidad de poder formarlos, podrán mover las piezas de un lado al otro y eso implica todo un desafío.
Las pelotas para tirarlas, perseguirlas y hasta tropezarse también pueden generar grandes cambios y ser de mucha ayuda para tu hijo. Mientras que construyendo y derribando torres de bloques tomará consciencia de la consecuencia de sus actos.
Tampoco hay que dejar de hacer referencia a los instrumentos musicales, elementos que mediante sus fuertes ruidos generan un fuerte estímulo en diferentes sentidos del niño.
Hechas estas aclaraciones, está más que evidente que los padres deben mantener un rol activo para identificar posibles signos de retraso que deben derivar en una consulta médica. Los siguientes casos son señales que advierten que es necesario acudir con tu guagua a un pediatra para hacer una revisión.
Cuando no busca objetos que pueden estar escondidos
Cuando no señala
Cuando no gatea
Cuando arrastra un lado del cuerpo al gatear
Cuando no tiene fuerza para mantenerse parado pese a que lo sostengan
Cuando no incorpora los gestos mínimo como levantar la mano para saludar
Cuando llegando al año no balbucea algunas palabras como “mamá” o “papá”
