Todo lo que tienes que saber sobre la cesárea

Una de las preguntas más frecuentes que se hacen las madres antes de tener a su guagua es cuál será el método mediante el cual van a concebir, es decir por parto natural o por cesárea. La última opción suele generar muchas consultas respecto del paso a paso para realizarla, el post operatorio y las circunstancias en la que se debe tomar esta determinación.

En primer lugar hay que definir a la cesárea cómo el tipo de parto en el que se tiene a la guagua a través de incisiones quirúrgicas en el abdomen y el útero. Es un accionar que los profesionales de la salud conocen a la perfección y recomiendan ante el cumplimiento de determinados parámetros.

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Comúnmente la necesidad de realizar una cesárea no está clara hasta que comienza el trabajo de parto de manera formal. En ese momento el equipo médico encargado de traer a tu guagua al mundo revisará si hay complicaciones en el embarazo y tomará la decisión sobre cuál es el mejor camino a tomar.

Para las futuras mamás conocer al detalle lo que puede llegar a suceder antes, durante y después de una cesárea es más que importante para poder estar preparada. Es por eso que a continuación te contamos los diferentes motivos por los que se podría llegar a realizar una cesárea:

-Cuando el trabajo de parto no progresa de manera normal: Este es uno de los motivos principales por los que un equipo médico puede decidir avanzar con una cesárea. El desencadenante principal es la falta de dilatación, pero este no es el único motivo.

Los problemas con la evolución del trabajo de parto suelen incluir una primera etapa prolongada de dilatación o abertura del cuello del útero y también una segunda etapa, este es un tiempo de pujar después de la dilatación cervical completa..

-Cuando la guagua tiene sufrimiento fetal: Se escoge a la cesárea cuando hay una gran preocupación por los latidos cardíacos de un bebé. Habitualmente en esos casos se la considera una opción mucho más segura.

-Cuando la guagua está en una posición inusual: En esos casos la cesárea es la forma más segura de dar a luz a bebés cuyos pies o glúteos ingresan primero en el canal de parto o mismo cuando la guagua está en posición transversal, es decir los costados y hombros son los primeros en ingresar

- Cuando hay un embarazo múltiple: La cesárea también es considerada necesaria cuando una mamá está esperando mellizos, trillizos o más bebés. Esta opción se impone con total claridad en el caso de que el trabajo de parto comience demasiado pronto o si están en posición de cabeza hacia abajo.

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-Cuando hay un problema con la placenta: La placenta previa es un trastorno que se produce durante el embarazo. Se define cuando la placenta cubre total o parcialmente la abertura del útero (cuello del útero). El equipo médico ante esta situación suele recomendar practicar una cesárea.

-Cuando se produce un prolapso de cordón umbilical: Se entiende por prolapso del cordón umbilical cuando este está ubicado en una posición anormal por delante de la parte de presentación fetal, lo que provoca que el feto comprime el cordón durante el trabajo de parto y se produce una hipoxemia fetal. Ante esta situación de riesgo, la cesárea se impone como una opción más que recomendada.

-Cuando hay muchas dudas respecto de la salud general de la madre: En el caso de que haya gran cantidad de inquietudes relacionadas con la salud, como podrían ser una afección cardíaca o del cerebro.

-Cuando hay una obstrucción: En el caso de que una fibroma grande obstruya el canal de parto, se produzca una fractura pélvica o si la guagua tiene una afección que da lugar a una hidrocefalia grave, es decir cuando hay acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro

-Cuando la mamá ya dio a luz por cesárea: En el caso de que a una mujer ya le hayan practicado una cesárea u otra cirugía en el útero es posible que el equipo médico pueda recomendar repetir el procedimiento.

También se pueden mencionar entre los escenarios posibles o las razones para avanzar con una cesárea a las propias decisiones de las embarazadas. En muchos casos se busca evitar el trabajo de parto o las posibles complicaciones que pueden llegar a desencadenar un parto vaginal. En esa misma línea se puede mencionar a la planificación del momento exacto para tener a una guagua.

Ya sea por obligación o elección, lo importante es que la cesárea sea ordenada y monitoreada minuto a minuto por los profesionales médicos.

¿Cómo se hace una cesárea?

En primer lugar, se coloca un monitor en el brazo para poder controlar la tensión arterial, mientras que otro controla el corazón. A esto hay que sumarle un catéter en la vejiga y en algunas ocasiones también se usa una mascarilla de oxígeno.

A través de paños estériles se tapa la zona quirúrgica para evitar cualquier tipo de mala impresión ya que la paciente se encuentra despierta durante la operación. Estos preparativos iniciales pueden durar algunos minutos.

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Una vez que está todo en su lugar, se procede a realizar una doble incisión. Una se hace en el abdomen y otra en la pared del útero. Generalmente la incisión de la cesárea se realiza en horizontal por encima del pubis y específicamente por debajo de la línea de la bikini. Este método de corte fue mejorando con el paso del tiempo y se aggiornó a las necesidades de las mujeres que no quieren tener una cicatriz vertical que atraviese toda la guata.

Cabe destacar que también se puede realizar otro tipo de incisión longitudinal en la línea media del abdomen. Se trata de un corte que permite más espacio para el parto, aunque usado habitualmente porque puede generar más complicaciones. En este caso una vez que se corta la pared abdominal, se apartan los músculos abdominales y se avanza hacia el corte del útero.

Después de realizar los cortes, los ginecólogos avanzan con una presión sobre el abdomen y la parte superior de la tripa. Posteriormente se extrae la placenta y luego a la guagua. Una vez afuera, se limpia la boca y nariz del recién nacido, se corta el cordón umbilical y se lleva lo lleva a un pediatra para realizarle las revisiones de rutina correspondientes.

Volviendo sobre el cuerpo de la mamá, en este paso a paso hay que señalar que luego se sutura el útero con puntos reabsorbibles. En tanto, el corte abdominal se cierra con puntos de sutura o grapas quirúrgicas que habitualmente se pueden retirar sin dolor a los pocos días de concretado el parto.

Después que se finalizó la cesárea, se limpia la herida quirúrgica y se cubre con un vendaje. En algunas ocasiones se puede poner un peso sobre la tripa para que se contraiga bien el útero.

La operación cesárea es considerada una de las más importantes dentro de la obstetricia teniendo en cuenta que puede salvar la vida de los niños como así también de las embarazadas. Sin embargo, es importante tener presente que tomar esta alternativa siempre tiene que obedecer a motivos estrictos más que claros.

Los partos mediante esta vía implican mayor cantidad de riesgos que dar a luz de manera natural. Suelen requerir de un período de recuperación más prolongado. Habitualmente las mamás tienen que quedarse en el hospital durante tres o cuatro días internadas y además necesitan estar en completo reposo al menos un día después de haber tenido a su guagua.

Si bien se trata de una intervención común y rutinaria, es cierto que no está exenta de riesgo, por lo que tampoco es posible generalizar resultados. Entre las complicaciones más frecuentes se pueden mencionar las infecciones de la piel o de orina, hematoma de la cicatriz y casos más extremos como pueden ser lesiones de órganos vecinos o infecciones internas.

Explicado todo esto, no es adecuado hablar en favor o en contra del procedimiento, solo hay que asumir que hay un porcentaje de partos que son imposibles y otros que son arriesgados, en ambos casos se necesita recurrir a este procedimiento. Está claro que es preferible un parto vaginal a una cesárea, pero ante las posibilidades de complicaciones en un parto natural siempre la cesárea se posiciona como una opción salvadora.

Los momentos después de una cesárea

En los días posteriores a la cesárea se busca que el recién nacido entre en contacto de manera inmediata con la madre en el caso de que no necesite ningún cuidado especial. En el caso de que la madre lo prefiera, puede iniciar la lactancia ya que no hay ningún tipo de contraindicación al respecto.

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En lo que refiere al cuidado del cuerpo de la mamá, es importante saber que el postoperatorio va a requerir de una abundante analgesia ya que se trata de una intervención que se cataloga como dolorosa.

En este contexto, siempre se busca estimular lo antes posible la caminata y la reintegración inmediata de la mamá. Habitualmente, a los cuatro días de la intervención la mujer ya se puede encontrar recuperada como para poder obtener el alta médica.